miércoles, 15 de agosto de 2012

Las crónicas Málaga: 5ª de Feria -


Malos tiempos para la suerte de varas.


La corrida de Guardiola fue un fracaso porque salió descastada. La suerte de varas, que se pretendía enaltecer, no pudo realizarse bien y el premio al mejor picador quedó desierto.


Plaza de Málaga, 5ª de Feria. Menos de media plaza. Seis toros de Guardiola, de presentación muy desigual, todos muy aparatosos de cuerna. En general, muy descastados y mansos. Corrida para lucir la suerte de varas. El premio destinado al mejor picador fue declarado desierto.


El Fundi, pizarra y seda blanca, pinchazo, estocada y tres descabellos (saludos). En el cuarto, pinchazo y estocada caída (silencio).


José Luis Moreno, rosa y oro, tres pinchazos y descabello (silencio). En el quinto, estocada atravesada y nueve descabellos (silencio tras aviso).


Luis Bolívar, verde manzana y oro, estocada muy baja y dos descabellos (silencio tras aviso). En el sexto, dos pinchazos y descabello (silencio).


Carlos Crivell.- Málaga


La corrida se planteó como un espectáculo para lucir y disfrutar de la suerte de varas. Se eligió la ganadería de Guardiola, que hace un año fue la triunfadora. No tenía sentido el asunto, aunque no cabe duda que los promotores son buenos aficionados que aspiran a que la suerte de varas recobre su esplendor. El problema es que esta suerte se ha convertido en una desgracia. El toro habitual que se lidia ahora mismo no soporta un tercio de varas realizado con arreglo a los cánones eternos. La torería andante, conocedora del mal momento de la cabaña brava, minimiza el tercio para que no haya castigo, porque así pueden encontrarse con un toro apto para lo que ahora mismo es prioritario en el toreo: la faena de muleta. Un tercio de varas en condiciones le quita fuelle al toro y anula las posibilidades de lucimiento en la muleta. Es decir, no corren buenos tiempos para los picadores. Además, si el toro es manso, como por desgracia fue la de Guardiola, es muy engorroso que haya lucimiento para los varilargueros. La corrida fue un fiasco total. Ningún toro se fue de largo al caballo. Los picadores intentaron hacerlo bien, pero si falla la materia prima, el toro, no hay nada que hacer.


La corrida de Guardiola exhibió hermosas arboladuras dentro de una variedad de hechuras. Dicho queda que no fueron bravos, ni en el caballo ni en otros tercios. La nota dominante fue la falta de raza.


A todos se les colocó en el ojo de la cerradura. Ninguno se fue alegre de largo. La lidia, por otra parte, tampoco ayudó mucho a mejorar las condiciones de las reses.


El Fundi fue obligado a saludar tras el paseíllo. No ha sido un torero que haya pisado mucho La Malagueta. Se despidió con una actuación profesional sin gran lucimiento. Al que abrió plaza le dio algunos pases con la derecha propios de un torero curtido en mil batallas. Comenzó con doblones muy toreros y acabó marrando con la espada.


El cuarto no le permitió despedirse a lo grande de Málaga. Toro grande para cualquier plaza del mundo, de una cuna inmensa, fue un prodigio de falta de raza y de clase. Ni la solvencia de este torero sirvió para lidiarlo en condiciones. Faena breve para matarlo con brevedad. El silencio le acompañó en el adiós.


Mala tarde para José Luis Moreno, sobre todo en el uso del estoque. Se ha dicho hasta la saciedad que no es torero para estas luchas, que su estilo es más adecuando para toros que le permitan hacer el toreo, porque Moreno sabe torear muy bien. En esta guerra frente a toros correosos, el de Dos Torres se pierde. Además, se le nota con escasa confianza. Salió derrotado de antemano para enfrentarse a dos toros con mínimas posibilidades. El segundo fue reservón y topón. Moreno no se cruzó nunca y falló con la espada.


Con el quinto, más de lo mismo. El toro se picó de forma normal, es decir, en corto. Moreno lo intentó sin colocarse de verdad. Nunca se sabrá si otra faena era posible. Lo que sí quedó muy claro es que el cordobés lo intentó de lejos y así fue imposible. Al final, producto de la desconfianza, llegó un mitin con el descabello. Mala imagen la de este torero.


Lo más interesante del festejo corrió a cargo de Luis Bolívar. Estuvo decidido toda la tarde. El tercero se quedó crudo por el marronazo del piquero en la primera entrada. El comienzo de faena fue vibrante por el valor mostrado por el colombiano en un pase meritorio por la espalda y una tanda emotiva de derechazos. El toro tenía más recorrido, lo que aprovechó el espada para ligar algunas tandas. El animal perdió recorrido y la faena cayó en intensidad. Para colmo, el mandoble en los bajos que le arreó le quitó méritos a su labor.


El sexto era un armario empotrado. Por su falta de movilidad y su envergadura. Cuando embistió lo hizo de forma desordenada y soltando la cabeza. Bolívar las pasó canutas cuando el animal lo tenía a su alcance. Era el final de una corrida pensada para otra cosa, pero en la que había quedado demostrado que no son buenos tiempos ni para Guardiola ni para la suerte de varas. Ese sexto fue un regalito y el colombiano no se complicó la vida.


Naturalmente, el premio al mejor picador quedó desierto. No cabía otro veredicto.

fuente:sevillatoro.com  
 
La decadencia de una ganadería.
 
El quinto festejo de la Feria de Agosto de Málaga era una corrida dedicada al lucimiento de la suerte de varas. Había un premio dedicado al mejor picador -que quedó declarado desierto- y se había pintado un ojo de herradura para poner los toros en suerte. El primero fue un animal manso y descastado en todos los tercios. Tomó dos varas sin celo y llevó la cara alta. Fue malo en la muleta. El Fundi lo pasó con oficio por la derecha con voluntad. El toro se rajó al final. Pinchazo, estocada y tres descabellos. Saludos. El cuarto manseó en los dos puyazos en corto que tomó. Llegó con poco recorrido y cabeceando a la muleta. Faena breve del madrileño, que remata de pinchazo y estocada.


El segundo tomó dos varas sin mucha bravura, aunque evidenció mayor alegría en la segunda entrada al caballo, bien manejado por Diego Díaz. Llegó la res aplomada y sin recorrido a la muleta. José Luis Moreno lo intentó sin confianza en una faena breve, epilogada de tres pinchazos y un golpe de descabello. El quinto, muy descastado, fue picado en dos varas en las que se le metió debajo. Se quedó corto y Moreno trasteó con precauciones, matando de estocada caída y nueve descabellos, siendo silenciado tras aviso.


Saludó Bolívar con lances a pies juntos al tercero, que tomó dos varas. Marró Leiro en la primera y entró en corto el toro en la segunda. Buen comienzo de faena con espaldina y derechazos valientes por parte del colombiano frente a un toro noble que llevó la cara alta. Bolívar toreó bien también al natural, pero la faena fue a menos conforme fue apagándose el animal, despenado de estocada muy baja y dos descabellos. El sexto fue igual de descastado y problemático que sus hermanos, tirando siempre gañafones. Bolívar abrevió con él, matando de dos pinchazos y dos descabellos.


MÁLAGA Premio al mejor puyazo: desierto


Para un toro,una

La corrida de Salvador Guardiola ofreció pocas posibilidades de triunfo. Además la terna, formada por El Fundi, quien recibió una calurosa ovación al término del paseíllo, José Luis Moreno y Luis Bolívar, llegó a Málaga con el mal de espadas y ni uno de ellos acertó con el estoque. La tarde no fue lo que se esperaba y defraudó. Sólo los tres primeros toros permitieron que se les hiciera faena, pero esos toros necesitaron de unos matadores más efectivos en la suerte suprema. El premio al mejor picador, instaurado como novedad en La Malagueta, quedó desierto.


El primero de la tarde, manso y suelto de salida, no se pudo lucir en el tercio de varas. Tras dos puyazos se cambió el tercio. El Fundi tampoco pudo sobresalir con la muleta pese a su firmeza pero la labor fue reconocida con una sincera ovación tras fallar con los aceros. El Fundi abrevió con el cuarto que fue complicado y no quiso caballo.


El segundo toro de la tarde fue mejor en varas. El primer puyazo fue largo y se administró en el segundo siendo aplaudida la labor del picador Diego Díaz. Sin embargo el astado se quedó parado en la muleta de José Luis Moreno que también falló con la espada. El quinto, manso y deslucido, no ofreció opciones de premio ni al picador ni a José Luis Moreno que lo intentó en vano. La estocada fue buena pero lo estropeó todo con el descabello.


El tercero tuvo fijeza en el primer puyazo aunque no fue pronto en el caballo. En la muleta fue bravo y repetidor aunque necesitó del mando del torero para no violentarse. Luis Bolívar supo marcar las distancias y la labor tuvo importancia. Sin embargo, la estocada defectuosa silenció su actuación. El sexto también fue complicado y deslucido, por ello Luis Bolívar también tuvo que abreviar.


Plaza de toros de La Malagueta (Málaga). Un cuarto de entrada. Toros de Salvador Guardiola. El Fundi, ovación y silencio; José Luis Moreno, silencio y silencio tras aviso y Luis Bolívar, silencio tras aviso y silencio. El Fundi saludó una ovación al término del paseíllo. En el festejo de hoy se puntuó la actuación de los picadores, aunque no se consideró corrida concurso el varilarguero ganador iba a obtener un premio de 500 euros que finalmente quedó desierto.


fuente:mundotoro.com

MÁLAGA.-


La mansa corrida de Guardiola impide el triunfo de los matadores



La corrida de Guardiola no está ayudando al triunfo de los matadores. Toros bien presentados, pero mansos parados y descastados. Se salvó el tercero que lució más genio que casta, pero también acabó rajado.



El Fundi fue bien tratado por el público malagueño en la tarde de su despedida. Al romper el paseíllo lo hicieron saludar desde el tercio. Luego no tuvo posibilidades en la muleta, pues el manso iba y venía sin celo ni emoción. Gracias a su oficio le robó muletazos dignos. Falló con los aceros y saludó desde el tercio.



José Luis Moreno le tocó otro manso muy parado con el que sólo pudo estar tesonero. Pasó mal rato con la espada y fue silenciado.



Luis Bolivar firmó una faena vibrante en el inicio al terecro que luego fue a menos por culpa de un rival que se fue apagando. El pase cambiado por la espalda y las primeras series por la derecha tuvieron emición, pero luego todo se diluyó, también porque el colombiano se le fue la mano en un sartenazo infame. Silencio.



El Fundi no se dio coba con el deslucido cuarto. Lo macheteó por la cara, pues otra cosa no cabía. Estuvo breve con la espada y fue silenciado.



José Luis Moreno volvió a estar porfion frente al deslucido quinto y a base de insistir le sacó algún muletazo digno. Demasiado poco para una tarde ya cuesta abajo. Mató de estocada entera pero se complicó la vida con el descabello.



Bolivar tampoco tuvo mejor suerte en el último que de nuevo resultó deslucido.

fuente: burladero.com 



MÁLAGA-


Decepcionante corrida de Guardiola en otra mala tarde

Solamente un toro, el tercero del festejo de ayer, mostró un punto de casta entre la mansedumbre generalizada del ganado
El concurso al mejor puyazo quedó desierto.


Daniel Herrera La inquietud de la Asociación de Aficionados Prácticos de Málaga, un activo grupo de locos del toreo que se ha propuesto profundizar en la técnica de la tauromaquia más allá de gozar de ella desde un tendido, nos llevó a disfrutar ayer de una corrida en la que se pretendió realizar una exaltación a la denostada suerte de varas.



La ocasión era propicia, ya que se anunciaban reses de la ganadería de Herederos de Salvador Guardiola, el hierro triunfador de la feria del pasado año y cuyos toros, habitualmente, se arrancan con bravura al caballo. Así, se planteó un concurso al mejor puyazo, y en el albero se dibujó un ojo de cerradura para delimitar el lugar en el que colocar los astados para recibir el castigo.



El resultado suponía una incógnita para todos, y sin duda su éxito dependía del juego ofrecido por los toros. Y como la calidad de los ´guardiolas´ brilló por su ausencia, la cosa no salió como se esperaba y quedó desierto. Eso sí, aunque lamentablemente sea por un día, la afición estuvo atenta a este tercio, y los matadores cuidaron un poco más las formas a la hora de colocar a los toros. Ojalá siempre fuera así, y no hiciera falta adornarlo de acontecimiento excepcional...



Lo cierto es que la corrida hizo bueno el dicho de que segundas partes nunca fueron buenas, y como la memoria es muy débil, pronto nos olvidaremos de ese buen encierro de 2011. La historia se escribe año a año, y la realidad de 2012 fue la de unos toros mansos sin más. Eso sí, en lo que se sabía que no iban a defraudar era en presentación, con unas arboladuras impresionantes, aunque sin el remate en general del pasado año.



Sí que hubo un toro, el tercero, de nombre Financiero, que a la mansedumbre de sus hermanos le añadió un punto de raza de agradecer. Lo que se dice un manso encastado que le correspondió al colombiano Luis Bolívar.



Pudo haber sido un burel para un triunfo importante, y la cosa empezó bien con delantales con el capote y dos medias con calidad. En el caballo fue el único que al menos se arrancó, y con la muleta en matador comenzó cambiándoselo por la espalda. Se presumía emoción, porque el toro la tenía, con su punto de brusquedad. Estuvo valiente, tragándole mucho por momentos, aunque no terminó de cogerle la velocidad y la labor resultó demasiado enganchada. De más a menos, cerró de la forma más baja posible: con una estocada en el costillar.



Con el último, aunque no tenía buena pinta, tuvo el detalle de brindárselo al equipo médico de La Malagueta que dirige el doctor Juan Pedro de Luna, y que le operó tras la cogida sufrida en 2009 en este mismo coso. Pero aunque su intención era buena, lo que no puede ser no puede ser... Y además es imposible.



El Fundi. Abría cartel el madrileño José Pedro Prados El Fundi, que en su temporada de despedida de los ruedos recibió el cariño del público malagueño al romperse el paseíllo, a pesar de que en veinticinco años de carrera la de ayer fue la segunda vez que pisó este albero. No guardará recuerdo de esta tarde, con dos toros imposibles. Así, el primero salió suelto, huyó de los capotes y de inicio se quedó corto. Ya en la muleta no se empleaba, yendo con la cara alta y demostrando su falta absoluta de casta. Quiso el de Fuenlabrada poner todo de su parte, mostrando su oficio y poderío. Así, lo llevó muy tapado, sin mostrarle la salida, aunque algo irregular en la colocación. Cuando lo probó con la zurda terminó por rajarse y no le quedó más que andarle por la cara antes de entrar a matar.



Con su segundo tuvo menos paciencia. Ya sabía de qué iba la cosa y comprobó pronto que no valía la pena jugársela. El astado manseó de salida, no quiso pelea, descompuso a la cuadrilla y llegó a la muleta a la defensiva. El molesto tobilleo propició que, cual torero antiguo, se limitara a machetarlo y volver a tomar la espada.



A José Luis Moreno no le tocaron tampoco toros con posibilidades, pero tampoco pareció que el cordobés estuviera en condiciones para cuajarlos si le hubieran salido. Desdibujado, la de ayer fue una tarde de sombras en una carrera marcada por la irregularidad. Mal colocado y abundando en el paso atrás, el primer animal tenía poca fuerza y menos casta aún. Así, la labor resultó insulsa, sin emoción alguna a pesar de los leños que enseñaba el burel. Su desconfianza quedó de manifiesto al entrar a matar, saliéndose tanto de la suerte que a punto estuvo de enterrar el estoque en la arena. Así, terminó con la vida de este toro con tres pinchazo en los medios y un descabello.



El quinto, por su parte, fue un ejemplo de quiero y no puedo. El toro no valía un duro, y el matador se inhibió en los primeros tercios. Pero al tomar la muleta quiso justificar su inclusión en esta corrida a contraestilo con su concepto, pero es lo que ahí. Tras un inicio por bajo con cierta estética, la larga faena terminó por diluirse como la corrida en general. El espectáculo con el descabello (hasta nueve veces tuvo que intentarlo) resultó sencillamente lamentable.


fuente: laopiniondemalaga.es


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