En su tierra sevillana, bajo el sol o el diluvio, Morante de la Puebla piensa en capote, como el escultor en mármol. Junto a su fisioterapeuta y preparador personal, Poli Gallardo, se entrena en plenitud: «Está físicamente al cien por cien». En estos meses de «retiro», entre el feroz ronquido que ataca a la Fiesta, el artista de La Puebla del Río crea en sus faenas el sueño. Y ha hecho realidad lo que se antojaba impensable: una relación de apoderamiento con el maestro Curro Vázquez, el mentor de Cayetano, después de la polémica por la concesión de la Medalla de Bellas Artes a Francisco Rivera Ordóñez. Este acuerdo, la explosión informativa del invierno taurino, sorprendió a todos. Sabedor de ello, Morante se sincera con nobleza: «Soy consciente de que nadie se lo esperaba y fue una sorpresa. Curro Vázquez se mostró muy ilusionado y habló con Cayetano, y éste aceptó sin problema y dijo que lo que él creyera estaba bien hecho. Agradezco a Cayetano que podamos compartir apoderado».-¿Qué le aporta el maestro?
-De torero a torero siempre nos entendemos, y más con un artista de la talla de Curro Vázquez. Estoy muy contento. Ojalá sigamos mucho tiempo y no haya nada ni nadie que estropeen esta relación tan buena.
-Emprende su temporada el 28 de febrero en el Palacio Vistalegre, junto a Cayetano. ¿Compartirán cartel más tardes?
-Curro no quiere juntarnos muchas, pero irremediablemente tendremos que torear más veces. Y no porque nos lleve el mismo apoderado, sino porque Cayetano es un torero que ocupa un puesto en la élite de los privilegiados y es normal que coincidamos.
-Después de unos meses sin pisar la arena, ¿cómo afronta la temporada?
-Al no hacer campaña en América, es casi como una reaparición, aunque he continuado mi preparación. También se aprende fuera.
-Los miedos se habrán alejado en este tiempo...
-No crea, no crea... Ellos siempre acompañan. Lo que pasa es que en una profesión tan vocacional se vence todo.
-Autor de artísticas y profundas obras, ¿superará el hito perenne de 2009 en Madrid?
-Aquella tarde, con el capote, ofrecí una proyección muy grande. Fíjese, no me gusta verme en vídeo porque soy muy exigente conmigo mismo, pero me encanta ver esa faena. Fue la mejor mía del año pasado. Y tuve la suerte de hacerla en Las Ventas.
-¿Qué planteamiento tiene?
-Quiero estar en las principales plazas, como Sevilla y Madrid. Estamos seleccionándolas, sin decir que no a algunas de menor aforo. Curro tiene la idea de que actuar en unas cuarenta corridas será beneficioso para mí. Ya se sabe que a lo mejor te coge un toro y toreas menos o al final se convierten en cuarenta y cinco tardes.
-¿Algún gesto en mente?
-Todavía es pronto para decidir. A ver cómo se desarrollan las primeras corridas y cómo me encuentro. Soy una persona a la que le gustan los retos y los gestos, y seguramente asumiré alguno.
-De momento, ya figura en uno de los carteles estelares del calendario: el Domingo de Resurrección en Sevilla.
-Es una fecha clave en la temporada y me encanta estar en mi tierra. Espero torear en Sevilla unas cuantas tardes.
-El Cid ya se ha apuntado a los victorinos. ¿Repetirá usted?
-Ese trago lo vamos a dejar... Aún recuerdo el miedo que pasé al verme anunciado. No hubo ni emoción y únicamente pude cuajar un toro con el capote. Fue una decepción tremenda.
-La desazón actual es por la ley antitaurina en Cataluña. ¿Qué opinión le merece?
-Es algo puramente político. Los toros huelen a España y los nacionalistas no quieren seguir la tradición española. La Fiesta Nacional, un rito de una belleza inigualable, es cultura y es arte. Yo creo que finalmente no se prohibirá. Porque lo que estarían prohibiendo es la libertad, la cultura y la tradición de sus generaciones pasadas. Tienen un profundo desconocimiento.
-El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha invitado a los diputados catalanes a visitar una dehesa.
-Esa idea es estupenda. Lo que necesita Cataluña es que le enseñen la ecología y cómo vive el toro, además de la economía que mueve. Hay mucha hipocresía alrededor de esta ley y lo que menos les importa es si el toro sufre o no. Además, hay grandes causas por las que luchar y a las que atender en el mundo.
FUENTE; ABC
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