"Morante es un torero insustituible hoy día"
Andrés Fagalde Luca de Tena viene presidiendo el jurado del Premio Paquiro de Toros desde su origen en 2007. En total, son ya cuatro las ediciones las que se ha fallado el galardón, concedido por El Cultural y patrocinado por Telefónica, que tiene como objetivo reconcer “el acontecimiento taurino del año”. Con él ya cuentan los diestros Sebastián Castella y José Tomás (este último por partida doble). Su cuarta edición ha recaído en otra de las grandes figuras del escalafón actual: Morante de la Puebla.
“Es un torero imprescindible en la actualidad, que no puede faltar en los carteles de los principales carteles de todas las ferias importantes”, advierte Fagalde, al que este año un leve achaque en su salud impedirá hoy desplazarse hasta el Hotel Ritz, lugar en el que se celebrará la ceremonia de entrega. En su opinión, el matador de la Puebla del Río es “torero artista, pero no estilista, porque lleva siempre al toro muy bien toreado, y el máximo exponente en la actualidad del toreo de la escuela sevillana”.
A Morante se le reprocha en ocasiones que no se esfuerce por torear los morlacos que no embisten con codicia desde el principio. El propio Antoñete ha llegado a comentar que debería intenta sacarle más partido al “toro regular”. Fagalde, por el contrario, no lo ve así: “Hay toreros que machaconamente se esfuerzan por sacar agua de un pozo seco y lo único que hacen es aburrir al público. Morante no, si no ve cualidades en el toro, abrevia la faena y eso es una faceta positiva en su toreo”.
Morante se hizo acreedor del Premio Paquiro por su faena del 21 de mayo del año pasado en la Feria de San Isidro, cuando bordó el toreo de capa en el coso madrileño. “Esa tarde dio algunas verónicas maravillosas”, señala Fagalde, que tuvo la suerte de presenciar in situ aquel hito histórico de la tauromaquia. “Aquel día entré en una dimensión a la que todavía no había llegado”, comenta el propio Morante cuando se le pregunta por aquella gesta.
Pero Andrés Fagalde, como todo aficionado al mundo del toro, vive días de incertidumbre. Los anhelos abolicionistas de un cierto sector de la clase política catalana le preocupan “incluso más que la falta de casta del toro bravo”. “La prohibición que quieren implantar en Cataluña es una trampa, porque no se funda en el deseo de proteger al toro, sino en intereses políticos”.
FUENTE: ELCULTURAL.ES
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