Manzanares escribe una página de
oro en la historia del toreo.
de nombre Arrojado de Nuñez del Cuvillo
Sevilla 30 de Abril. 6ª de Abono. Lleno en la maestranza de no hay billetes. Toros de Núñez del Cuvillo serios y bien presentados, incluido el sobrero2º bis, mas feo de hechuras, complicado con mucha movilidad, con genio, 1º extraordinario con clase mas completo que el indultado, 3º con clase fue indultado, aunque no fue un toro completo para el indulto, 4º y 5º no pasaron del desproporcionado castigo del caballo, 6º buen toro con una embestida mas profunda.
Tarde cumbre de un inspiradísimo J. Mari Manzanares que bordo el toreo en dos faenas para la historia. En el tercero, en una faena donde J. Mari paro el tiempo en la Maestranza, no se puede torear más despacio, que ritmo, que empaque, que calidad tiene este torero. Se emborracho de torear bien y la plaza bebió de ese brebaje, todo fue una locura. Toda la plaza estaba transportada, así que sobran discusiones sobre el indulto. El presidente finalmente sacó el pañuelo naranja que significa el perdón de la vida para el toro, el excelente ejemplar Arrojado, número 217 de 500 kilos del hierro de Núñez del Cuvillo. Un toro para la historia de esta plaza. Desde el 12 de octubre de 1965 no se producía un indulto en la Maestranza, desde que se le perdonara la vida a Laborioso, un novillo del Marqués de Albaserrada.
Para mi el indulto fue demasiado ya que el toro fue extraordinario para la muleta, pero no fue completo en toda su lidia, ya que salía suelto en los primeros tercios de la lidia.
En el sexto, otro excelente toro al que J. Mari le realizo una faena marcada por la profundidad, muletazos de trazos largos por ambos pitones y templados. Una estocada arriba y le concedieron dos orejas, con gritos de "¡Torero, torero...!".
A Morante no le tocó ningún toro bueno, no tiene suerte en los sorteos. Sevilla esta loca porque le embista un toro a Morante. El sobrero, un toro complicado que llego a la muleta con más genio que otra cosa. Morante hizo un gran esfuerzo con un toro a contra estilo del toreo que alcanzo momentos buenos por el pitón derecho que el publico de la Maestranza se lo reconoció obligándolo a saludar desde el tercio, y el quinto, sin fuerza y sin recorrido no tuvo ninguna opción. Los gestos del matador en este quinto eran mas que expresivos, mitad enfado, mitad desesperación, al ver que no le devolvían el toro a los corrales. Dejó dos verónicas y media en el quite al primero que fue amenizado por la música. A Morante lo quieren en Sevilla, es su plaza.
Lo de Aparicio fue de traca, se comentaba que si no estaría en Sevilla. No se si hubiese sido mejor que se hubiera caído de la Feria. Estuvo ausenté toda la tarde, dejo escapar un toro de gran calidad como el primero y haber recuperado el sito que aparece que le quito el grave percance del año pasado. Lastima de toro que en manos de otro habría sido de lío gordo.
Tarde cumbre de un inspiradísimo J. Mari Manzanares que bordo el toreo en dos faenas para la historia. En el tercero, en una faena donde J. Mari paro el tiempo en la Maestranza, no se puede torear más despacio, que ritmo, que empaque, que calidad tiene este torero. Se emborracho de torear bien y la plaza bebió de ese brebaje, todo fue una locura. Toda la plaza estaba transportada, así que sobran discusiones sobre el indulto. El presidente finalmente sacó el pañuelo naranja que significa el perdón de la vida para el toro, el excelente ejemplar Arrojado, número 217 de 500 kilos del hierro de Núñez del Cuvillo. Un toro para la historia de esta plaza. Desde el 12 de octubre de 1965 no se producía un indulto en la Maestranza, desde que se le perdonara la vida a Laborioso, un novillo del Marqués de Albaserrada.
Para mi el indulto fue demasiado ya que el toro fue extraordinario para la muleta, pero no fue completo en toda su lidia, ya que salía suelto en los primeros tercios de la lidia.
En el sexto, otro excelente toro al que J. Mari le realizo una faena marcada por la profundidad, muletazos de trazos largos por ambos pitones y templados. Una estocada arriba y le concedieron dos orejas, con gritos de "¡Torero, torero...!".
A Morante no le tocó ningún toro bueno, no tiene suerte en los sorteos. Sevilla esta loca porque le embista un toro a Morante. El sobrero, un toro complicado que llego a la muleta con más genio que otra cosa. Morante hizo un gran esfuerzo con un toro a contra estilo del toreo que alcanzo momentos buenos por el pitón derecho que el publico de la Maestranza se lo reconoció obligándolo a saludar desde el tercio, y el quinto, sin fuerza y sin recorrido no tuvo ninguna opción. Los gestos del matador en este quinto eran mas que expresivos, mitad enfado, mitad desesperación, al ver que no le devolvían el toro a los corrales. Dejó dos verónicas y media en el quite al primero que fue amenizado por la música. A Morante lo quieren en Sevilla, es su plaza.
Lo de Aparicio fue de traca, se comentaba que si no estaría en Sevilla. No se si hubiese sido mejor que se hubiera caído de la Feria. Estuvo ausenté toda la tarde, dejo escapar un toro de gran calidad como el primero y haber recuperado el sito que aparece que le quito el grave percance del año pasado. Lastima de toro que en manos de otro habría sido de lío gordo.
¡A la espera de que esto no pare ya que no hay dos sin tres...Puertas del Príncipe!
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